Manchas de fuchs
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Degeneración cistoide
Se presenta una correlación de los hallazgos funduscópicos y angiográficos con fluoresceína en la mancha de Fuchs de alta miopía. Diversos cambios oftalmoscópicos indican que tanto los desprendimientos serosos como los hemorrágicos del epitelio pigmentario de la retina y de la retina neurosensorial están asociados a esta lesión. La angiografía con fluoresceína, sin embargo, revela la reovascularización subretiniana desde la coroides como la enfermedad básica subyacente en la mayoría de los casos revisados. Las amplias variaciones en el aspecto oftalmoscópico de la maculopatía pigmentada de la miopía alta requieren un enfoque más descriptivo que el indicado por el término «mancha de Fuchs». La angiografía con fluoresceína se convierte en una necesidad para delimitar las lesiones neovasculares, ya que los mechones paracentrales pueden tratarse posiblemente con fotocoagulación láser para reducir la progresión.
Manchas de fuchs pterigión
Los primeros signos de una mancha de Fuchs son una visión distorsionada de líneas rectas cerca de la fóvea, que algunos días después se convierten en las típicas manchas bien circunscritas tras la absorción de la hemorragia, y queda una cicatriz pigmentada. Al igual que en la degeneración macular, la visión central se ve afectada. La atrofia conduce a la pérdida de dos o más líneas de la tabla de Snellen.
Las manchas de Fuchs están causadas por la regresión de la neovascularización coroidea[3]. Al tratarse de un signo médico, se administra un tratamiento para la causa real. La ablación láser fototérmica, la terapia fotodinámica, la terapia anti-VEGF o una combinación de éstas son las opciones de tratamiento de la neovascularización coroidea debida a la miopía patológica[3][1].
Las manchas de foster fuchs se ven en
o más[2]. La definición de miopía patológica en los primeros estudios ha sido incoherente y, en su mayoría, giraba en torno a una combinación de error de refracción y longitud axial, que puede reflejar simplemente un alto grado de miopía. Además, no había pruebas claras para los valores de corte elegidos. En los últimos años, la definición de miopía patológica ha pasado a ser «la presencia de maculopatía miópica igual o más grave que la atrofia coriorretiniana difusa»[3] La maculopatía miópica incluye la atrofia coriorretiniana difusa, la atrofia coriorretiniana en parches, las grietas de laca, la neovascularización coroidea miópica (NVC miópica) y la atrofia macular relacionada con la NVC.
Se calcula que la prevalencia global es del 0,2-3,8%, con variabilidad regional, pero las distintas definiciones de miopía patológica utilizadas en los primeros estudios epidemiológicos pueden limitar la comparabilidad de los resultados[4].
Los principales factores propuestos para impulsar el desarrollo de la miopía patológica son el alargamiento de la longitud axial y el estafiloma posterior[6]. Las fuerzas biomecánicas relacionadas con el alargamiento axial del ojo provocan el estiramiento de las capas oculares y el adelgazamiento progresivo de la retina, la coroides y la esclerótica[2].
Distrofia de fuchs
La distrofia de Fuchs es una enfermedad genética que afecta a la córnea. Aunque el paciente nace con la enfermedad, ésta no es detectable ni sintomática hasta la mediana edad o más tarde. Durante la progresión de la enfermedad, la capa de células (endotelio) responsable de mantener los niveles adecuados de líquido en la córnea se deteriora y hace que se formen pequeñas protuberancias (guta) en la parte posterior de la córnea. Cuando se pierden suficientes células, el líquido se acumula en la córnea y se produce una hinchazón. Esta hinchazón, denominada edema corneal, provoca nubosidad o visión borrosa.
Uno de los primeros signos de la distrofia de Fuchs es la visión borrosa, causada por la acumulación de líquido en la córnea. En las primeras fases de la enfermedad, el exceso de líquido se acumula durante la noche mientras se duerme, provocando visión borrosa y/o molestias al despertarse por la mañana. Esto puede durar horas. El exceso de líquido puede extraerse de la córnea a lo largo del día, reduciendo la hinchazón y mejorando la visión.
Los pacientes con distrofia de Fuchs también pueden desarrollar cataratas (enlace a cataratas HL). En los casos de gravedad de Fuchs leve o moderada con cataratas, la cirugía de cataratas puede ser el único tratamiento recomendado. Tras la cirugía de cataratas, puede ser necesario un trasplante de córnea (enlace a HL) si: