noviembre 30, 2023

Contractura en el cuello

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Tratamiento de la contractura postquemadura

La contractura cervical severa después de las quemaduras provoca un deterioro evidente del movimiento del cuello y de la silueta estética. Aunque se han descrito varias técnicas quirúrgicas para el tratamiento, no existe una estrategia definitiva para guiar el tratamiento. Durante los últimos 6 años, hemos utilizado una estrategia de tratamiento orientada a la región y por etapas para guiar la reconstrucción de la contractura cervical grave. Con esta estrategia se han obtenido resultados satisfactorios.
La primera fase del tratamiento se centra en la región cervical anterior y la región submentoniana. Los procedimientos incluyen la resección de la cicatriz, la liberación de la contractura, la división y elevación del platisma para formar dos colgajos de platisma y el injerto de piel. De tres a seis meses después, se realiza el tratamiento de la segunda fase, que se localiza en la región mental. Esto incluye la resección de la cicatriz, la corrección de la eversión del labio inferior y la reconstrucción con colgajo de piel libre (para)escapular. Se midieron tres subtipos de ángulo cervicomental que propusimos como herramienta cuantitativa para la evaluación de la reconstrucción.

Tratamiento de la contractura del cuello

La contractura del cuello de la vejiga (CCV) es una complicación bien descrita que puede producirse tras el tratamiento quirúrgico de afecciones prostáticas benignas y malignas. Desgraciadamente, la reaparición de la CCV después del tratamiento es un problema común, aunque muchas series informan de un éxito temprano (1-6). Sinónimo de estenosis vesicouretral, la BNC puede variar en complejidad, desde simples contracturas anulares cortas hasta estenosis obliterativas refractarias a tratamientos repetidos. El tratamiento de la BNC requiere un enfoque adaptado y puede abarcar desde procedimientos sencillos en el consultorio hasta la reconstrucción quirúrgica compleja. En esta revisión, examinamos las distintas estrategias de tratamiento empleadas para los pacientes con BNC.
A pesar de que el número de pacientes tratados por cáncer de próstata con radiación o cirugía es cada vez mayor (7), una proporción relativamente pequeña de pacientes desarrolla CBN que justifica una intervención adicional (8-10). Antes de la era de la cirugía robótica, la NBQ se observaba con frecuencia tras la prostatectomía retropúbica abierta (11,12). Sin embargo, la cirugía robótica ha provocado una disminución significativa de la incidencia de NBQ, probablemente debido a una mejor visualización y exposición en el momento de la anastomosis vesicouretral. Resulta impresionante que las series recientes de los centros de cirugía robótica de gran volumen informen de tasas de BNC cercanas a cero (5,8,9,11-15). Otros factores, como una menor pérdida de sangre y una anastomosis en marcha, son factores que pueden contribuir a la disminución de la tasa de CBN observada con la plataforma robótica. La BNC también puede producirse como complicación del tratamiento quirúrgico de la hiperplasia prostática benigna (HPB). Aunque la resección transuretral convencional de la próstata (RTUP) ha dado lugar a tasas de BNC tan elevadas como el 12,3% (16,17), la BNC es relativamente infrecuente (3-5%) con los tratamientos de la HBP desarrollados recientemente, como la vaporización con plasma de la próstata (3-5%) (18-21).

Ejercicios de contracción del cuello

Una mujer de 36 años se quemó con agua hervida sobre sus camisas. La quemadura alcanzó la superficie anterior y lateral del cuello. A partir del día 2, se comenzó a aplicar bFGF sobre las zonas dérmicas profundas de la quemadura y se eliminó la escara en la medida de lo posible. Al día 21, se delimitó la necrosis de la zona central y se procedió al desbridamiento y al injerto de piel de 15/1000 pulgadas de grosor de su muslo lateral (Fig. 1). En el postoperatorio de 10 meses, aunque el fenómeno de “cuadro” permaneció ligeramente, la función, la rotación, la máxima extensión y flexión del cuello, y la estética en menos contractura de la cicatriz y la coincidencia de color con el cuello fueron aceptables (Fig. 1).Fig. 1Caso clínico del uso de bFGF.  Una mujer de 36 años se flameó accidentalmente el cuello mientras llevaba la ropa. El bFGF se inició desde el día 2 hasta el día 21 (a, b, c). Se retiró la escara y se aplicó un injerto de piel de 15/1000 pulgadas de grosor en el cuello (d).  La morbilidad de la zona donante es mínima (e) y el movimiento del cuello está preservado (f) aunque se observan algunas cicatrices leves “de cuadro” (g)Imagen a tamaño completo

Definición de la contractura del cuello de la vejiga

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