noviembre 29, 2023

Acumulación de líquidos en el abdomen

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Qué se siente con la ascitis

La ascitis es la acumulación anormal de líquido en el abdomen[1]. Técnicamente, se trata de más de 25 ml de líquido en la cavidad peritoneal, aunque pueden producirse volúmenes superiores a un litro[4]. Los síntomas pueden incluir un aumento del tamaño del abdomen, un aumento de peso, molestias abdominales y dificultad para respirar[3]. Las complicaciones pueden incluir la peritonitis bacteriana espontánea[3].
En el mundo desarrollado, la causa más común es la cirrosis hepática[4]. Otras causas son el cáncer, la insuficiencia cardíaca, la tuberculosis, la pancreatitis y la obstrucción de la vena hepática[4]. En la cirrosis, el mecanismo subyacente es la presión sanguínea elevada en el sistema portal y la disfunción de los vasos sanguíneos[4]. El diagnóstico suele basarse en un examen junto con una ecografía o una tomografía computarizada[3].
El tratamiento suele consistir en una dieta baja en sal, medicamentos como los diuréticos y el drenaje del líquido[3]. Puede colocarse una derivación portosistémica intrahepática transyugular (DPIT), pero se asocia a complicaciones[3]. Pueden considerarse efectos para tratar la causa subyacente, como un trasplante de hígado. De las personas con cirrosis, más de la mitad desarrollan ascitis en los diez años siguientes al diagnóstico[4]. De las personas de este grupo que desarrollan ascitis, la mitad morirá en un plazo de tres años[4]. El término procede del griego askítes, que significa “parecido a una bolsa”[5].

Tratamiento de la ascitis

La ascitis es una acumulación de líquido en el abdomen. Suele producirse como consecuencia de la cirrosis, una enfermedad del hígado. Hable con su médico si tiene cirrosis y nota que está ganando peso muy rápidamente. Su proveedor hablará con usted sobre los tratamientos, que suelen incluir una dieta baja en sal.
Una lámina de tejido llamada peritoneo cubre los órganos abdominales, incluidos el estómago, los intestinos, el hígado y los riñones. El peritoneo tiene dos capas. La ascitis se produce cuando se acumula líquido entre las dos capas.
La acumulación de líquido rara vez se produce en personas sanas. Se desarrolla como consecuencia de otras enfermedades, en su mayoría cirrosis. La ascitis es la complicación más común de la cirrosis. Aproximadamente la mitad de las personas con cirrosis descompensada desarrollan ascitis. La cirrosis representa alrededor del 80% de los casos de ascitis.
Cuando se tiene cirrosis, el hígado no funciona como debería. La disminución de la función hepática se combina con la hipertensión portal para provocar los síntomas de ascitis. La hipertensión portal es una presión elevada en la vena porta que lleva sangre al hígado. La presión elevada hace que el líquido salga de las venas hacia el vientre y se acumule allí.

Ascitis

La ascitis es una enfermedad en la que se acumula líquido en los espacios del abdomen. Si es grave, la ascitis puede ser dolorosa. El problema puede impedirle moverse con comodidad. La ascitis puede ser la base de una infección en el abdomen. El líquido también puede pasar al pecho y rodear los pulmones. Esto dificulta la respiración.
Los distintos tipos de cáncer también pueden provocar esta afección.    La ascitis causada por el cáncer suele producirse en los casos de cáncer avanzado o recurrente. La ascitis también puede estar causada por otros problemas, como afecciones cardíacas, diálisis, niveles bajos de proteínas e infecciones.
La ascitis puede dificultar la alimentación, la bebida y el movimiento. También puede dificultar la respiración. La ascitis puede provocar infecciones abdominales, que pueden causar insuficiencia renal. También puede provocar hernias umbilicales o inguinales.
Asegúrese de seguir los consejos de su médico para reducir el consumo de sal. Deberá hacerlo incluso si está tomando medicamentos diuréticos para reducir el líquido en su cuerpo. Además, pésese a diario y llame a su médico si gana demasiado peso.

Cuáles son las causas del líquido en el abdomen

La ascitis es la acumulación anormal de líquido en el abdomen[1]. Técnicamente, se trata de más de 25 ml de líquido en la cavidad peritoneal, aunque pueden producirse volúmenes superiores a un litro[4]. Los síntomas pueden incluir un aumento del tamaño del abdomen, un aumento de peso, molestias abdominales y dificultad para respirar[3]. Las complicaciones pueden incluir la peritonitis bacteriana espontánea[3].
En el mundo desarrollado, la causa más común es la cirrosis hepática[4]. Otras causas son el cáncer, la insuficiencia cardíaca, la tuberculosis, la pancreatitis y la obstrucción de la vena hepática[4]. En la cirrosis, el mecanismo subyacente es la presión sanguínea elevada en el sistema portal y la disfunción de los vasos sanguíneos[4]. El diagnóstico suele basarse en un examen junto con una ecografía o una tomografía computarizada[3].
El tratamiento suele consistir en una dieta baja en sal, medicamentos como los diuréticos y el drenaje del líquido[3]. Puede colocarse una derivación portosistémica intrahepática transyugular (DPIT), pero se asocia a complicaciones[3]. Pueden considerarse efectos para tratar la causa subyacente, como un trasplante de hígado. De las personas con cirrosis, más de la mitad desarrollan ascitis en los diez años siguientes al diagnóstico[4]. De las personas de este grupo que desarrollan ascitis, la mitad morirá en un plazo de tres años[4]. El término procede del griego askítes, que significa “parecido a una bolsa”[5].