Recetas mejillones a la marinera
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Recetas mejillones a la marinera
Mejillones a la marinera
De las aproximadamente 4.000 especies de cangrejos, el tipo que se sirve habitualmente en la mesa es el que habita en las aguas frías de la costa del Pacífico. Tienen caparazones de hasta 9 pulgadas de ancho y pesan entre 2 y 4 libras. El cangrejo se sirve con frecuencia en el caparazón, un método que supone un reto para el comensal elegante.
La langosta tiene un cuerpo largo y cinco pares de pinzas para arrastrarse entre las rocas. Las dos pinzas delanteras tienen unas poderosas tenazas que sirven para aplastar la comida. Los bogavantes se sirven hervidos, al vapor o a la parrilla. El bogavante cocido en el caparazón se come con los dedos, un tenedor pequeño, un cuchillo y un cascanueces. Se dispone de un cuenco para desechar los caparazones, junto con un cuenco para enjuagar las yemas de los dedos y dar palmaditas en la boca a modo de refresco (opcional). Para facilitar el consumo, la carne del cuerpo puede soltarse de la cáscara y volver a colocarse en ella antes de servirla en la mesa. Para darle sabor y atractivo a la vista, se rodea la carne con condimentos, como mantequilla extraída, trozos de limón y perejil. Si la carne no se ha desprendido, se procede como en el caso del cangrejo.
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Una de mis comidas reconfortantes favoritas es un gran plato de mejillones con pan crujiente. Si nunca has probado los mejillones, son como las almejas o las ostras y tienen un sabor salado y una textura firme, pero cremosa. Sin embargo, a diferencia de las almejas o las ostras, nunca he comido mejillones crudos y los prefiero en una salsa rica.
Por ejemplo, esta salsa de tomate con bacon y vino. Este es uno de esos platos que sólo se puede pedir en un restaurante, pero que en realidad se puede hacer en la cocina de casa. Vamos a preparar unos mejillones.
Los mejillones frescos son fáciles de conseguir hoy en día, pero es importante comprobar su frescura. Los mejillones frescos deben estar vivos; sus conchas deben estar cerradas, o si están ligeramente abiertas, deben cerrarse si se les da un ligero golpe.
El único paso que hay que hacer para limpiar los mejillones es quitarles la “barba”. Se trata de una pieza diminuta, casi peluda, que sobresale del costado de cada mejillón: es la forma en que se adhieren a las rocas. No es comestible. (En la foto de arriba se puede ver cómo sobresale del lado derecho del mejillón).
Mejillones a la marinera lidia
Una de mis comidas reconfortantes favoritas es un gran plato de mejillones con pan crujiente. Si nunca has probado los mejillones, son como las almejas o las ostras y tienen un sabor salado y una textura firme, pero cremosa. Sin embargo, a diferencia de las almejas o las ostras, nunca he comido mejillones crudos y los prefiero en una salsa rica.
Por ejemplo, esta salsa de tomate con bacon y vino. Este es uno de esos platos que sólo se puede pedir en un restaurante, pero que en realidad se puede hacer en la cocina de casa. Vamos a preparar unos mejillones.
Los mejillones frescos son fáciles de conseguir hoy en día, pero es importante comprobar su frescura. Los mejillones frescos deben estar vivos; sus conchas deben estar cerradas, o si están ligeramente abiertas, deben cerrarse si se les da un ligero golpe.
El único paso que hay que hacer para limpiar los mejillones es quitarles la “barba”. Se trata de una pieza diminuta, casi peluda, que sobresale del costado de cada mejillón: es la forma en que se adhieren a las rocas. No es comestible. (En la foto de arriba se puede ver cómo sobresale del lado derecho del mejillón).
Mejillones en salsa de tomate
Es fácil quedarse perplejo cuando se trata de saber cómo comer mejillones. Como a menudo se sirven con cáscara, nos preguntamos cómo introducir la parte comestible en la boca y qué hacer con la cáscara vacía. A pesar de lo deliciosos que son, pueden ser un reto para comerlos. Los mejillones se pueden comer con los dedos, un tenedor y una cuchara. No hace falta que acabes una comida de mejillones con los dedos pegajosos y con gotas de jugo de almeja en la camisa. Para obtener consejos sobre la etiqueta a la hora de comer mejillones y la confianza necesaria para pedirlos sin preocupaciones, lee las instrucciones de este tutorial.
Resumen del artículoPara comer mejillones, coge un mejillón cada vez y sujeta la concha con la mano dominante con el lado abierto de la concha hacia fuera. A continuación, separa con cuidado la tierna carne de la concha abierta con un tenedor. Si los mejillones vienen con caldo, pase la carne a una cuchara y sumérjala en el caldo. Si los mejillones se sirven con pasta, utilice el tenedor para recoger un bocado de fideos. A continuación, coma el mejillón de un solo bocado y coloque la concha vacía en su plato o en un cuenco aparte. Si quieres conocer otras formas más informales de comer mejillones, ¡sigue leyendo!